El pasado mes de agosto se producía
la tercera subida en la factura de la luz del año 2013. Lo
hacía un 3,1% debido al resultado de la subasta energética entre mayoristas del
sector. Esta no es la única circunstancia que afecta a la cantidad que el
consumidor paga día a día. La nueva reforma eléctrica y la presión del déficit
de tarifa son otros factores. Pero, ¿cómo afectan a la economía del
consumidor todos estos cambios?
Antecedentes de
subidas
Si echamos la vista atrás, podremos extraer algunas cifras clasificadoras sobre la evolución de los precios de la energía, que colocan a España a la cabeza en el ranking de países europeos:
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Desde 2012, el precio que se paga por la luz se ha
incrementado un 8%.
En los últimos seis años, la tarifa ha escalado un 70%, según cifras de Eurostat.
En los últimos seis años, la tarifa ha escalado un 70%, según cifras de Eurostat.
Teniendo en cuenta esas cifras y los
continuos cambios de tarifas y de criterios en los últimos años, ¿cómo afecta
eso a una economía doméstica? ¿Cuáles son las consecuencias de los cambios en
las tarifas?
Consecuencias
del cambio de tarifas en mi economía
Para ello hay que diferenciar cuáles son cada uno de los aspectos que se pagan:
- Energía consumida: Es
lo que el consumidor gasta cada dos meses. Varía no sólo según ese consumo,
sino también según el precio de la energía.
- Potencia contratada:
Es la parte fija. El mínimo cobrado por la compañía, se consuma o no.
- Impuesto sobre la
electricidad. Es un tributo especial y se calcula multiplicando lo que se
paga por el consumo y la potencia facturados por 4,864%.
- Alquiler de equipos:
El precio fijado por la compañía para el disfrute del contador y la instalación
tanto en el domicilio como en la empresa.
- IVA: Es del 21% en
estos casos.
La variación en esos costes fijos,
incluidos en la potencia contratada, son los que determinan, en gran medida,
nuestra factura de la luz. Se establecen cada tres meses por el Ministerio de
Industria y Energía y son los llamados peajes de acceso. ¿Cómo
afecta?
Depende del tipo de usuario. Si se
tiene contratada una Tarifa de Último Recurso (TUR), cerca de la mitad
representan esos peajes y el resto viene determinado por la subasta que se
lleva a cabo entre generadoras y comercializadoras, para establecer ese coste
de producción. Si en cambio se encuentra en el mercado libre eléctrico, los
contratos con las comercializadoras contemplan esa revisión automática en
función de esos cambios en los peajes.
Con la última reforma
eléctrica, se le ha dado más peso a la potencia contratada que a la
energía consumida. Tuvo un efecto, con una subida del 3% en agosto. Sin
embargo, hay expertos que calculan que supondrá más de un 20% de
incremento.
¿La conclusión? Del total de la
factura de un consumidor medio, ya sea familia o empresa, más de la mitad viene
marcado por aspectos que no tienen nada que ver con el consumo directo: no sólo
por los impuestos, sino también por el déficit de tarifa de las compañías
eléctricas.